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La cafetera italiana: diez consejos per una café perfecto

La típica cafetera italiana sigue campando a sus anchas en nuestras cocinas. Es uno de esos diseños convertidos en icono atemporal, que no pasa de moda ni necesita apenas actualizarse. Ni las cafeteras de cápsulas, ni las sofisticadas automáticas, ni tampoco las nuevas cafeteras manuales de filtro han podido acabar con ella. Su mecanismo es muy sencillo, aunque para disfrutar de un café de verdadera calidad con ella no viene mal repasar algunos conceptos básicos de uso.

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1. La importancia de la materia prima

Se recomienda utilizar café de buena calidad y en grano molido no demasiado fino y en el momento que se vaya a preparar; si utiliza café ya molido, guarde el envase bien cerrado en un lugar fresco y seco. Recuerde que estas cafeteras sólo son aptas para café molido de uso doméstico, nunca extractos de café ni infusiones.

Así mismo, no sirve cualquier agua. Si utiliza agua del grifo, podría dejar sabores que alterarían el café. Si el agua es dura o calcárea, el café obtenido pierde calidad. Lo mejor es utilizar agua con poco contenido en cal o agua mineral. 

2. La cantidad de agua

Es importante poner la cantidad justa de agua en la cafetera: ni pasarse ni quedarse corto. Si su cafetera no tiene una marca que indique cuál es el nivel apropiado, puede usar la siguiente norma: llene el calderín de agua hasta llegar a la válvula de seguridad (por donde la cafetera deja escapar el vapor), sin que ésta quede totalmente sumergida y sin que sobrepase el filtro del embudo donde pondrá el café. No llene nunca de agua por encima de la válvula de seguridad; podría impedir su funcionamiento en caso de ser necesario. 

3. Agua tibia o caliente en lugar de fría

No es imprescindible, pero la calidad del café resultante será mayor. Si pone agua fría en el calderín, la cafetera estará más tiempo al fuego, se calentará mucho más y el café puede sufrir un calentamiento excesivo antes de que le llegue el vapor de agua. 

4. La cantidad de café

Coloque el embudo en su posición. Debe dejar caer suavemente el café sobre el filtro del embudo y retirar el exceso para que quede nivelado, sin compactar. Lo más importante es no presionar nunca el café. Se recomienda usar la cafetera de la capacidad adecuada para las tazas a servir, porque si sobra café ya no será de la misma calidad. 

5. Cerrar la cafetera

Compruebe que el filtro y la junta de goma están bien colocados, cierre la cafetera enroscándola hasta que el cierre sea hermético y póngala al fuego. No utilice el asa, forzándola para cerrar la cafetera, pues podría romperse. 

6. Fuego lento y constante

Se aconseja un fuego suave y constante para obtener un mejor resultado y evitar que el café pueda sobrecalentarse. Así mismo, debe procurar que la llama no sobrepase la base de la cafetera. Las placas de inducción son más rápidas y potentes que las otras fuentes de calor. Nunca utilice la potencia máxima de la placa, dado que la pieza podría alcanzar los 300ºC, dañándola. Si quieres un café intenso, baja la intensidad del fuego para demorar el paso del vapor a través del café. Si prefiere un café más suave, use fuego más fuerte. 

7. Precauciones

Las superficies pueden estar calientes por lo que debe “” siempre el asa y el pomo para manipular la cafetera. Puede salir un chorro de vapor de la válvula de seguridad, por lo que debe asegurarse de que dicha válvula está orientada hhacia el lado contrario del usuario durante su funcionamiento. 

En caso de que la válvula de seguridad funcione dejando salir vapor: 

  • Si ya está saliendo café por el tubo, reduzca el fuego o el calor al mínimo. 
  • Si no sale café y el silbido de vapor es fuerte, apague el fuego, y después de enfriarla, revise si la carga de café es correcta (no debe ser muy fino, ni estar muy apretado) y compruebe si el tubo o el filtro están obstruidos. Recuerde que esta cafetera funciona a presión, por lo que no debe abrirse nunca cuando esté caliente.

8. Remover antes de servir

Antes de servir el café, mézclelo bien en la propia cafetera removiendo el café con una cucharilla. Así evitarás que las últimas tazas tengan el café más concentrado que las primeras. 

9. Una buena limpieza para un buen café

Limpiar correctamente la cafetera y su filtro es una parte fundamental del proceso. Después de su uso, se puede observar una fina capa aceitosa residual del café en el interior del tubo, en el filtro y en la cámara superior. A menudo es recomendable conservar esta capa, pues en muchos casos evita el contacto entre el café y la pared de aluminio, que puede dotar al café de un ligero sabor metálico. Después de cada uso y una vez fría, debe desmontar las diferentes partes de la cafetera y limpiar con abundante agua caliente a mano el filtro, su alojamiento, el tubo y el embudo, hasta que los agujeros estén bien limpios. Tampoco te aconsejamos usar detergentes, que pueden dañar la capa residual y dejar otros sabores extraños. 

Después de lavar la cafetera, séquela con un paño y guárdela sin enroscar el cuerpo inferior con el superior. 

10. Recomendaciones

Compruebe antes de cada uso que la válvula esté limpia y no bloqueada. Para ello presione la bola interior de la válvula de seguridad para verificar que se mueve y no está bloqueada. No laves nunca las cafeteras de aluminio en el lavavajillas, ni con lejía o productos que contengan cloro, ya que atacan el aluminio y el acero inoxidable. 

Le recomendamos reemplazar la junta de goma de forma periódica (una vez al año) y, excepcionalmente, el filtro si no está en buenas condiciones.