Desde tiempos inmemoriales, todas las culturas que conforman la especie humana han buscado la manera de poder transportar y conservar de forma cómoda la comida preparada en el hogar para poder consumirla más adelante, permitiendo así en un principio salidas, excursiones y exploraciones más largas sin tener que procurarse comida por medio de la caza o la recolección.
Esto explica la presencia, en casi cualquier cultura que ha existido en la historia, de platos o recetas como el bocadillo o el durum árabe, que utiliza el pan como envoltura para poder transportar embutidos o viandas de forma cómoda.
En tiempos más actuales, se ha seguido utilizando este método para poder realizar todo tipo de salidas a comida fuera, a la naturaleza, ya sea por ocio o ocio, como para poder llevarse comida preparada al puesto de trabajo y así disfrutar de comida de calidad y preparada tal y como si estuviéramos en casa en el descanso del trabajo, sin tener que gastar el dinero en un restaurante o bar de alrededor y ahorrando así dinero y ganando algo de tiempo.
El utensilio que permite transportar y guardar la comida preparada con anterioridad es la fiambrera. Se trata de una pieza que históricamente ha sido construida en metal, en definitiva un material resistente que aguante bien los golpes y al mismo tiempo no se vea afectado por la temperatura de los alimentos que contiene.
Hoy en día la fiambrera ya no está hecha de metal, sino de materiales más modernos
El aumento de la industrialización y del sector industrial en la importancia del mercado económico ha hecho que exista la necesidad por parte de los trabajadores de poder comer en el puesto de trabajo, y la mejor manera de conseguirlo es a través de una fiambrera que permita transportar la comida preparada a casa y consumirla en los descansos destinados a comida, especialmente si no se dispone de demasiado tiempo para hacerla.
Hace ya varios años, en el entorno escolar, antes de que hubiera servicio de comedor en las escuelas, la fiambrera tenía un papel importantísimo en la alimentación de los niños, e incluso se convirtió en motivo de merchandising por parte de las diferentes marcas, que decoraban las latas para transportar la comida con todo tipo de motivos que hacían las delicias de los más pequeños.
Hoy en día, el mundo de la fiambrera ha evolucionado muchísimo y se pueden encontrar realmente modernas que se pueden enchufar y permiten calentar el contenido sin necesidad de ninguna sartén o microondas.
El material con el que se construyen ha cambiado mucho, y ahora estas herramientas tan útiles suelen estar hechas de plástico y materiales de reciente creación que aguantan mucho mejor el calor y aíslan la temperatura de forma efectiva.